LISTA DE PROCEDIMIENTOS
PREGUNTAS FRECUENTES
Dentro de los avances más importantes en los procedimientos de rejuvenecimiento facial en los últimos años se encuentra la utilización de la toxina botulínica (BOTOX®) con fines estéticos.
Es un bacilo esporulado anaerobio. Esta toxina produce parálisis muscular actuando en la unión mioneural. Desde hace varios años se logró aislar y purificar esta toxina para su utilización con fines terapéuticos en pacientes con aumento del tono muscular (espasticidad), tics y algunos otros trastornos del movimiento. Estos pacientes reportaban además una mejoría de sus arrugas en la cara tras la aplicación del medicamento, lo que impulsó a los investigadores a desarrollar su empleo para el tratamiento de las líneas de expresión.
Estas se producen por la contracción de los músculos perioculares, del entrecejo, y la frente. En algunos casos puede utilizarse para el manejo de las líneas de expresión finas de los labios, en los pliegues producidos por la contracción del músculo cutáneo del cuello (bandas platismales).
La toxina botulínica se utiliza también en el manejo de la sudoración excesiva (hiperhidrosis) de las manos y axilas, en las alteraciones del tono muscular que se observan en la parálisis facial, y en algunos casos de dolor de cabeza por tensión muscular (cefalea tensional). En el tratamiento de retoque de cicatrices, se puede emplear la toxina botulínica para evitar el ensanchamiento de las cicatrices que se observa por la contracción de los músculos vecinos.